Alpes Italianos

Los Alpes Italianos: un itinerario de 3 semanas

Muchos conocen los Alpes en Suiza y más bien pocos han explorado los Alpes Italianos. Sï, es cierto, en realidad son la misma cosa, aunque con la ventaja de unos precios extraordinariamente más bajos y una riqueza cultural y arquitectónica más difícil de encontrar en el país vecino.

Si bien para muchos es difícil disponer de 3 semanas seguidas de vacaciones, este itinerario puede dividirse a placer. De esta forma, sea cual sea la duración de tu viaje, puedes adaptarlo para ver aquello que más te interese.

Para facilitar las cosas y que todo sea más fácil de comprender y para que dispongas de todos los enlaces de reservas necesarios, aquí tienes un link con el diseño de la ruta de la que voy a hablarte:

Ruta a través de los Alpes

Una buena idea para llegar a la zona de los Alpes es volar a Turin, al Oeste de la cordillera. Desde ahí se pueden atravesar los Alpes en sentido longitudinal y terminar en Venecia, donde hay bastante conectividad de vuelos de vuelta a España. Por supuesto también puede realizarse en sentido inverso, o explorar solo la mitad y volver desde Milan.

 

El Valle de Aosta

Turin (Torino) es una fabulosa puerta de entrada a los Alpes Italianos. La ciudad está en realidad en el llano y relativamente alejada de estos, pero si el día es mínimamente claro al fondo podrás ver recortadas las cumbres frecuentemente nevadas de la primera línea de cimas.

Explora la ciudad un par de días y dirígete en autobús hacia la localidad de Aosta, en medio del valle del mismo nombre. El valle de Aosta es una estrecha intrusión cercana a la frontera con Suiza. Comparte con ella la línea formada por las cimas más altas de Europa, todas ellas con más de 4.000m de altura: el Montblanc (4810m), el Monte Rosa (4634m), el Matterhorn (4478m) y el Gran Paradiso (4061m).

Entre estas cimas podrás encontrar en invierno grandes posibilidades de ski y deportes de nieve. En verano las oportunidades de trekking son prácticamente innumerables. Para cualquier época del año, la región alberga además 70 castillos medievales que puedes visitar. En definitiva, el valle de Aosta tiene algo para prácticamente cualquier tipo de viajero.

Desde Aosta, desplázate tomando 2 autocares hasta la localidad de Lillianes. Quizás entre la multitud de pequeños enclaves al lado del río que hay en el valle, Lillianes destaque por su especial belleza y localización al inicio de un valle lateral que parte en dirección Norte desde el valle de Aosta. Lillianes rezuma belleza, paz y sosiego y paisajes abrumadoramente bellos. No te defraudará, es de lo mejor de los Alpes Italianos.

 

Los alrededores del lago Como

Tras tres conexiones de autobús que tomarán un total de unas 4 o 5 horas, podrás llegar a la localidad de Bergamo. Seguramente te suena familiar, pues ha resulta conocida últimamente por su aeropuerto. Se trata de uno de estos aeropuertos usados por Ryanair como sucedáneo de Milan, a más de una hora de camino de dicha ciudad.

Sin embargo, Bergamo desprende su propia magia y es motivo suficiente como para hacer un viaje hasta ahí. El pueblo nada tiene que envidiar a Milan, con sus callejuelas serpenteantes del centro, su fortaleza entre murallas y la belleza en general de una arquitectura fantásticamente conservada. Además, destila mucha más paz que la gran urbe que le había robado el protagonismo hasta ahora.

Desde Bergamo es fácil acceder en autobús en un trayecto directo hasta Como, la localidad a orillas del lago. Este lago resulta bastante conocido y turístico dentro de los Alpes Italianos, aunque no acapara las muchedumbres de otras zonas de Italia. Se trata de un gran cuerpo de agua dulce, cuyos límites se nublan en el horizonte, rodeado de pequeños pueblecitos con mucho encanto que te recomiendo visitar. Desde ahí puedes realizar excursiones a pie, en bicicleta, o navegar por el lago en cualquier tipo de embarcación.

Cerca de Bergamo se encuentra Lecco, accesible también en autobús desde el lago Como. La localidad destila magia por sus poros, especialmente al atardecer, cuando las luces se reflejan sobre el agua y le dan una apariencia misteriosa. Los atractivos arquitectónicos principales son la Basílica romana de San Nicoló, la iglesia de Santa Marta y la Basílica de Nuestra Señora de la Victoria.

 

Cruzando el Trentino – Alto Adige

De camino hacia las Dolomitas hay que cruzar la región del Trentino – Alto Adige. Una de las paradas interesantes, tras tomar un par de trenes y un autobús, es la localidad de Riva del Garda. Este enclave es relativamente pequeño y está rodeado de montañas. En su cercanía se encuentran diversos lagos muy interesantes para visitar, así como una cascada bastante famosa llamada Cascata del Varone.

Dejando atrás Riva del Garda, puedes seguir atravesando los Alpes Italianos hasta llegar a Bolzano. Ya su mismo nombre inspira paz y sosiego (especialmente si lo pronuncias a la italiana). Recuedo una conversación telefónica de negocios con un hombre de esta localidad, en la que me apremiaba en un inglés con fuerte acento italiano: «Ven a Bolzano, te encantará, aquí solo hay montañas y paz. ¡Estás invitado!». Francamente, lo pensé.

Bolzano es la puerta a las Dolomitas, aparte de encontrarse muy cerca del Parque Natural de Stelvio, caracterizado por sus inmensas praderas y valles verdes. Bolzano está muy cerca de la frontera con Suiza y Austria y es una puerta de comunicación a dicho países. Es, en primer término, un buen punto para explorar las cercanas Dolomitas y también para relajarse en medio de un paisaje increíble y un envidiable clima fresco de alta montaña.

 

Llegando a las Dolomitas, el final de los Alpes Italianos

Desde Bolzano hay que tomar un tren y un autobús hasta la zona de Funes – Villnoess. Es un pequeño valle de un color verde intenso con pequeños pueblecitos repartidos de forma irregular a lo largo de su verdor. Caminos  y carreteras serpenteantes los unen en trazados agradables para los sentidos. La arquitectura de la zona puede resultar de gran interés, y es especialmente famosa la localidad de Santa Maddalena. De telón de fondo, las Dolomitas, abrutas, escarpadas y siempre vigilando desde lo más alto.

Tras diversas conexiones complejas en las que tratarás de enlazar trayectos en tren y en autobús de dudosa puntualidad sin perder los nervios, estarás en la orilla de la lago Prags. O Lago di Braies. O… Tiene muchos nombres, la verdad, parece que en cada idioma quieran llamarlo a su manera, y esto confunde. Lo que ciertamente confunde y mucho son sus reflejos, pues parece que la entera cordillera de los Alpes Italianos quiera reflejarse en sus aguas de una forma tan nítida y cristalina que si te pusieran cabeza abajo te costaría decidir cual es la original.

Tras disfrutar de las hermosas vistas en Prags, dirígete con un par de trayectos de autobús hasta la última localidad de los Alpes en esta ruta: Cortina d’Ampezzo. Cortina son Dolomitas en estado puro, una localidad que se ha llegado a conocer con el nombre de ‘Reina de las Dolomitas’. Esto es debido a la gran cantidad de competiciones relacionadas con los deportes de nieve y montaña que alberga. No hay mucho más que decir: amantes del trekking, sois bienvenidos. Amantes del ski, también. Amantes de la naturaleza en estado puro, este es vuestro lugar para perderos. Un final apoteósico para una ruta llena de encantos a través de los Alpes Italianos.

 

Un buen final en el Veneto

Cortina d’Ampezzo no goza de buenas comunicaciones aéreas, así que lo mejor es aprovechar y acercarse a Venecia para terminar el viaje, cruzando el Veneto en autobús de línea. Si tienes tiempo, es el momento de aprovechar para relajarte entre los canales, plazas y góndolas de la famosa ciudad del amor, recuperando energías a base de pizzas tras tantos días perdido en las montañas. El premio te lo has ganado.

¿Más sobre Venecia? Bueno, esto ya sería otro artículo. Todo llegará 🙂

Recuerda que puedes ver el recorrido de este viaje, alojamiento y transporte recomendado y todos los enlaces para que puedas reservarlo desde aquí:

Ruta a través de los Alpes

 

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